Washington, 11 jul (EFE).- Un juez federal en Washington prohibió hoy que, en adelante, los guardias de seguridad realicen el cacheo de genitales de los reos en el penal de Guantánamo antes de reunirse con sus abogados, por considerarlo una práctica «exagerada».
El juez Royce C. Lamberth dictaminó que la práctica establecida en mayo pasado de registrar a los reos, incluso en sus genitales, antes de que estos se reúnan con sus abogados, es una «respuesta exagerada» en nombre de la seguridad en el penal.
«La opción entre someterse a un procedimiento de registro que es religiosa y culturalmente aborrecible o renunciar a un abogado en realidad no es una opción para musulmanes devotos como los peticionarios», dijo Lamberth, nombrado en el cargo durante la presidencia del republicano Ronald Reagan.
Lamberth, principal magistrado del tribunal federal en Washington, respondió así a la petición que presentara el abogado David Remes en nombre de varios de los detenidos para frenar la práctica.
En un escrito de 35 páginas, Lamberth ordenó que los guardias de seguridad recurran al método antiguo de tomar al reo por la cintura y sacudir su pantalón para desprender cualquier posible artículo de contrabando.
Los departamentos de Justicia y Defensa de EE.UU. no han hecho declaraciones sobre el fallo del juez, más allá de decir que está revisándolo.
En mayo pasado, el coronel John V. Bogdan, comandante del llamado Grupo de Trabajo Conjunto para las Detenciones en Guantánamo, estableció la nueva práctica de registro tras el hallazgo de artículos de contrabando en las celdas, incluyendo armas caseras y dispositivos electrónicos claramente prohibidos en el penal.
La nueva práctica ha consistido en que los guardias de seguridad colocan una mano en la ingle del reo, ejerciendo presión en el área para «detectar cualquier objeto pegado al cuerpo».
El registro de los genitales, al parecer, era una nueva condición impuesta a los detenidos para poder reunirse con sus abogados fuera de sus celdas pero en otro lugar dentro de la base. Algunos detenidos comenzaron a negarse al traslado para evitar esos registros, según sus abogados.
Los abogados defensores de los reclusos argumentaron ante el juez que la intención de la práctica no era mejorar la seguridad en el penal sino privar a los reos del derecho a consultar a sus abogados, particularmente a raíz de una huelga de hambre en Guantánamo iniciada en febrero pasado.
Se calcula que aún permanecen 166 detenidos en el penal de la base estadounidense en Guantánamo (Cuba), de los cuales más de dos tercios participan en la protesta. EFE
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